lunes, 17 de mayo de 2010

Smooth Criminal FanFic III

Smooth Criminal:

Capítulo III: Fuerza de voluntad

“Un día me contaron una historia:

Sus pequeños pies sobre la fina y desgastada Madera de color caoba dejaban escapar débiles chillidos que dejaban en claro que corría en modo de juego, mientras sus dorados cabellos revoloteaban entre el viento que paseaba sus risitas por aquel pasillo.

¿Dónde estas mami?

La luz estaba ausente, su inocencia tomaba todo como un juego, miraba los pasillos de su gran casa buscando aquello que tanto adoraba y que le encantaba compartir con su madre. Sobre las paredes de color lila la luna dejaba su reflejo que se colaba por las ventanas, y las cortinas blancas, que danzaban junto a la fría brisa y adornaban los grandes ventanales de aquella gran mansión. ¿Qué es eso que se escucha? Sin duda alguna esos pasos son de sigilo, no quiere que se entere de donde esta. Una persona mas esta presente en aquel lugar….. ¿Quién es?....

¿Eres tú mamá?

Primer piso, primera habitación: no hay nada, salvo sus libros de cuentos sobre aventuras y princesas heroínas, además de sus hermosos vestidos, peines, espejos y su gran cama en la que suele saltar.

Primer piso, segunda habitación: la puerta esta sellada, no pudo haber entrado allí, así que vira a ver si acaso se escondió en la tercera habitación. Entonces sus tiernas risitas le alertan, esta en el piso de arriba.

Llegué a mi sitio secreto, aquí debe estar mi regalo…. ¿mami tu también estas?

Corrió jugueteando hasta llegar a un gran baúl, encima del mismo una gran sabana y detrás un espejo empañado por el frío y el polvo de la soledad. Sonrió al verse en el espejo y deslizó su pequeña manita por el vidrio, tenía puesto un vestido vinotinto, su favorito. Se reflejaba mas su silueta en el mismo junto a los tenues destellos de luz que la diosa luna le regalaba para poderse guiar.

Mami, he llegado.

Quitó con dificultad aquella sabana, y levantó la pesada tapa del baúl, era de color plateado brillante con detalles zafiro, en su interior identificó aquello que buscaba con tanta paciencia e ilusión.

Una pequeña caja de música que él le había enviado a reparar y le dejaba deleitarse de aquellos sonidos melancólicos y que le hacían sentir bien. Con el objeto de color dorado en sus manos, se sentó sobre la alfombra oscura del sótano y dio cuerda con una pequeña llavecilla de color dorado también.

En el espejo su reflejo, mientras ella murmuraba con sus ojos cerrados aquella melodía, de un momento a otro detrás de ella alguien a quien desconoce.

Llegó un tercer personaje, golpeó con fuerza y desesperación la puerta de aquella casa, notando que había sido forzada y estaba por consecuente abierta, al llegar a la gran sala de estar miró a su alrededor, y un grito ahogado hizo que su mirada oscura se fuese exactamente a la dirección en que se encontraban las grandes escaleras
-Susie…- murmuró su voz mientras corría lo más rápido que podía hasta llegar a las escaleras.

Sus pies ya no corrían, y su tierna vocecilla ya no murmuraba aquella melodía al lado de la caja de música.
Sin embargo, la cajita parecía no querer dejar de llorar por ver lo que tenía al frente ¿es algo justo?

Su mirada se tornó gélida desde aquella vez que notó que la cabellera de aquella niña estaba manchada de un color carmesí. Tembloroso, desahuciado, vencido, simplemente culpándose, y con andar lento y digno de alguien quien alucina llegó cerca de ella y la tomó entre sus brazos, manchándose de su sangre, y dejando escapar su dolor por su mejilla.

No había terminado ahí…. La historia no termina ahí…. ¿en donde estabas aquella vez en que sucedió eso? Dios…. Eres un ser justo, pero era una niña…¿Qué pecado pudo cometer? ¿acaso lo fue el soñar? ¿el volar entre sus sueños?

Las ultimas cuatro campanadas que reproduciría aquella pequeña cajita.

La primera: El sonido del cargar un arma….

La segunda: Paso por paso sobre la madera….

La tercera: Su mirada oscura reflejada sobre el espejo predice lo peor, pero no actúa

La cuarta y ultima: El detonar de un arma, su sangre se confunde con la de ella, y el perder el conocimiento y propósito de vida…

….El inicio de su Apocalipsis particular…..

Mami…. ¿hace cuando fue eso? ¿en donde estamos? ¿lo volveré a ver? 

***************

Eran alrededor de las 7:00 p.m. mientras todas las vistas estaban sobre el, al igual que la luz, y su melodiosa voz adornaba las notas tipo balada que salían de los instrumentos del lugar.

Las tinieblas abrazaban aquel lujoso club, mientras la mirada oscura de el y los ojos de ella se tropezaban con gran insistencia. ¿Cómo había llegado hasta allí?, ¿Por qué ahora su alma danzaba entre la melodía de su voz?
Para descubrirlo habría que regresar varías horas atrás, Janet bajando las escaleras buscando con la vista a su hermano, después de un largo bostezo llegó hacia la mesa para desayunar. Notó que allí tampoco se encontraba Michael, algo que era extraño, no por nada le decían ‘Don-madrugador’. Preguntó a la empleada de servicio por el, ella solo respondió que no sabía de su paradero, ella soltó un suspiro y al sentarse el de mirada oscura bajó las escaleras, vestido de color negro, otra vez.

-Buenos días!- dijo y se sentó con velocidad a la mesa
-¿Dónde estabas?- dijo ella, el alzó su vista al igual que su ceja, dejando que Jane viese algo que no había visto hacía años, sonrió
-Acaso…. Tu…- no pudo terminar aquella frase, no lo podía creer, aquellos ojos, ese semblante, aquello que emanaba ese día, solo salía cuando: Se desvelaba escribiendo.

Sin embargo aquella sensación sombría, impregnaba su aura.

Desayunó en silencio y con rapidez, al acabar se despide de su hermana y directo a salir
-Hey! A donde vas?- preguntó con curiosidad Janet
-Voy por mis instrumentos- sonrió el de mirada oscura -¿Me harías un favor?- añadió en una pregunta
-claro- respondió ella extrañada
-Llama a el Señor Smith, y dile que aceptaré su propuesta de dialogar- Michael ya estaba cruzando la puerta
-¿¡Llamarlo!?.. pero Mike….. ¿Qué no dijiste que te daba lo mismo los asuntos de la empresa de papá?- Janet no podía ocultar su asombro ante aquello, era muy extraña su forma de actuar, pero de ahí a contradecirse a sí mismo, ya era el colmo. El se detuvo en seco, y viró su vista hacia atrás lentamente.
-si papá quiere que me encargue de ello no lo decepcionaré- el brillo de su mirada oscura dejaba en claro que esa decisión tenía un tras fondo, ella solo asintió, sabía que el no diría absolutamente nada de lo que de verdad sucedió.

Así que debía averiguarlo por si misma.

Después de ver que el auto de color negro desapareció por las calles, y esperar unos 10 minutos, subió las escaleras y llegó a su habitación.

Lo normal, siempre deja todo en orden, su cama, ropa, zapatos…. Menos sus libros y documentos, sonrió medianamente, aquel lugar tenía el calor, olor, o lo que sea que emanaba su hermano, sin embargo algo no dejaba que todo aquello fuese limpio, llegó frente a su escritorio después de recorrer su habitación, varias paginas, su letra, claro había escrito.

Tomo entre sus manos las paginas, una lagrima atravesó su mejilla, las dejó nuevamente en su lugar con cuidado de dejarlas como el las dejó y salió de aquella habitación, posó su brazo sobre la pared del pasillo de aquel lugar, y mas lagrimas siguieron el camino que marcó la primera.

-Anne….Susie…- murmuró recordando, dos nombres de mujer, pero ninguno lo reconoce, bajó las escaleras y marcó un numero, pronto Jefferson le atendía.
-Jef- dijo ella después de aspirar una bocanada de aire
-¿Qué sucede Jane?- dijo este extrañado -¿te sientes bien?
-¿Qué tan ocupado estas?- preguntó ella ignorando las preguntas de el
-lo de siempre, ya sabes, esta clínica siempre ha estado desorganizada- dijo el con tono de resignación, ella quedó en silencio, alertándole
-¿estas bien Jane?.... si me necesitas puedo ir ahora mismo…-
-¿podrías averiguar quienes son Anne o Susie?.... es decir….¿que chicas con ese nombre tuvieron que ver con Mike cuando fue a New York?- dijo ella
-mmm…. Dejame ver que puedo hacer… ¿tienes apellidos?- preguntó el
-No, solo eso, indaga, por favor, lo mas pronto posible- rogo ella
-ok…. Ahora mismo voy a hacer eso- dijo Jefferson, ella sonrió medianamente
-Anne y Susie, no lo olvides- repitió ella
-¿De que hablas?- aquella voz la alertó, colgó el teléfono con una velocidad impresionante, Michael la miraba con una ceja alzada

-de nada importante- rió ella de manera nerviosa
-a mi no me lo parece… ¿Por qué lloras?- el se mostraba preocupado, pero al mismo tiempo su voz era dura
-migraña- ella ocultó su vista –voy a darme una ducha- finalizó subiendo las escaleras
-deja de preocuparte por cosas que de verdad no tienen importancia- dijo Michael a sus espaldas.

Pronto llegaría la hora de la cita de negocios, a la que Jane iría a toda costa, dejando todo en orden, sus ideas, planes y sentir, bajo las escaleras nuevamente y junto a su hermano directo al club.

Una extraña sensación invadió a el de mirada oscura, quizás nerviosismo. Desde aquella vez no había pisado el club, y algo no le daba seguridad. De todos modos no se dejaría ganar por aquello, debe tratar de seguir.

Llegaron al estacionamiento, el carro en su lugar, y ellos caminando hacia la entrada del lugar, Michael notó un auto de policía
-¿Cómo se llama el comisionado de aquí?- preguntó mientras iba hacia la entrada con su hermana
-no lo recuerdo bien…. ¿Por qué lo dices?- ella se detuvo, el al notarlo la imitó
-nada…es solo que es bueno saberlo- la miro al rostro –es raro que no lo sepas- añadió
-no hay muchos escándalos aquí- respondió ella al instante, el soltó una carcajada
-si tu lo dices- suspiró –vamos, se hace tarde- Jane le detuvo, tomándolo del brazo, ante aquel acción el solo se detuvo un poco fastidiado
-¿¡Haz tenido algún problema legal!? …. Por que habrías de preguntar algo así…. No me tomes del pelo Michael- ella se tornó ‘ruda’
-nada, no pasa nada- el se soltó del agarre de su hermana –es solo que aquí el pan nuestro de cada día es el contrabando de bebidas alcohólicas…. Eso es algo que sabemos todos…- su mirada era gélida, ese no era Michael, era otra persona.

Jefferson esperaba a Janet adentro no con muy buenas noticias.......

Continuará......

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